Los mares, históricamente reconocidos como arterias comerciales esenciales, juegan un papel crucial en la conectividad global. Uno de los puntos neurálgicos más importantes es el Mar Rojo, cuya situación actual ha generado inquietudes y repercutido directamente en el mercado marítimo de fletes. Este cuerpo de agua, situado estratégicamente entre África y Asia, ha sido testigo de tensiones geopolíticas y desafíos logísticos que han alterado la dinámica del transporte de mercancías, afectando así a la economía mundial.

Geopolítica en el Mar Rojo:

La región del Mar Rojo ha sido históricamente escenario de conflictos y tensiones, y estas dinámicas geopolíticas han dejado su marca en el transporte marítimo. Con países como Yemen, Arabia Saudita y Egipto en sus orillas, la competencia por el control y la influencia en esta región estratégica ha sido constante. Los conflictos armados, como la guerra en Yemen, han llevado a la imposición de restricciones y medidas de seguridad más estrictas, ralentizando el flujo de mercancías a través del estrecho de Bab el-Mandeb, una de las entradas clave al Mar Rojo.

Incidencia en la Seguridad Marítima:

La seguridad en el Mar Rojo se ha convertido en una preocupación creciente para las compañías navieras y los armadores. Incidentes de piratería y ataques a buques comerciales han aumentado, obligando a las empresas a adoptar medidas adicionales para garantizar la seguridad de la tripulación y las mercancías. Estas amenazas a la seguridad no solo han aumentado los costos operativos, sino que también han influido en las decisiones de enrutamiento de las flotas, evitando áreas de alto riesgo y prolongando los tiempos de tránsito.

El Canal de Suez y su Papel Fundamental:

El Mar Rojo está estrechamente vinculado al Canal de Suez, una arteria crucial que conecta el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo. La situación política y las tensiones en la región han afectado la operación fluida de este canal, como se evidenció en el bloqueo del Ever Given en 2021. Este incidente paralizó el tráfico marítimo durante días, resaltando la vulnerabilidad de las rutas marítimas y generando repercusiones económicas a nivel mundial.

Impacto en los Costos de Fletes:

Las dificultades en el Canal de Suez, por donde transita una parte significativa del tráfico del comercio mundial a través del Mar Rojo, han elevado considerablemente los costos asociados con el transporte marítimo. Las compañías navieras se han visto obligadas a invertir en tecnologías de seguridad avanzadas, seguros adicionales y rutas alternativas, aumentando así los costos operativos. Estos costos adicionales inevitablemente se trasladan a los clientes en forma de tarifas de flete más altas, afectando a los importadores y exportadores que dependen del transporte marítimo eficiente y rentable.

Desafíos Económicos y Perspectivas Futuras:

No solo se habla de la salida de importantes jugadores del comercio marítimo global, sino también del elevado costo para quienes permanecen operando. Según información de CNBC, el costo de flete por contenedor de 40 pies desde Shanghái al Reino Unido se cotizó en los US$10.000 el jueves pasado, cuando una semana antes las tarifas eran de US$1.900 para un contenedor de 20 pies y de US$2.400 para un contenedor de 40 pies.

Durante la pandemia de Covid-19, estos fletes llegaron a ubicarse por encima de los US$10.000, pero expertos señalan que dicho incremento fue gradual. En la coyuntura actual en el Mar Rojo, los aumentos han sido en tiempo real, con tarifas que suben, en algunos trayectos, entre un 100 % y un 300 %. Hasta el 21 de diciembre en la mañana, 158 buques se estaban desviando del Mar Rojo con más de 2,1 millones de contenedores de carga.

El Canal de Suez, que representa alrededor del 30 % del comercio mundial de contenedores y el 12 % del total del comercio mundial, ha sido un componente crucial en estas perturbaciones. Incluso el aumento de tarifas al contado Este-Oeste en las próximas semanas, pronosticado por la compañía experta en mediciones sobre el comercio marítimo, Drewry, destaca la magnitud de los desafíos económicos que enfrenta el sector.

Inflación: la Gran Preocupación por Tensión en el Mar Rojo:

Una de las grandes preocupaciones actuales, a raíz de la tensión en el Mar Rojo, tiene que ver con los efectos inflacionarios que se puedan derivar de esta situación en el mundo. Expertos advierten que la inflación dependerá de la duración del cambio de ruta del buque y del tiempo que los transportistas paguen los mayores costos de flete. Aunque la incertidumbre está latente, especialmente considerando que en los últimos meses el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el mundo ha venido cediendo.

CNBC informó anteriormente que MSC, el transportista marítimo más grande del mundo, fue el primero en aumentar las tarifas desde la India entre un 30 % y un 40 %. Las preocupaciones de seguridad que se viven en el Mar Rojo también amenazan las exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL) de Oriente Medio a Europa y las exportaciones de Estados Unidos a Asia, lo que también provoca un aumento en los precios del gas natural.

En un análisis, Drewry advirtió que los ataques hutíes en el Mar Rojo podrían interrumpir los envíos de GNL a través del Canal de Suez, ya que sigue siendo un paso popular y preferido para los envíos que llegan a Asia desde Oriente Medio y Estados Unidos. De enero a noviembre de 2023, el Canal de Suez registró el 50 % de los tránsitos de GNL, seguido de COGH (28 %) y Panamá (22 %).

“Drewry anticipa que las tarifas al contado Este-Oeste aumentarán en las próximas semanas, debido a la situación del Mar Rojo y Suez”, dijo la compañía en su más reciente informe sobre precios.

Desenlace y Medidas Políticas:

El desenlace de lo que pueda pasar con el comercio global está atado a lo que suceda a nivel político y militar. Por esa razón, es importante destacar en este contexto que Estados Unidos anunció desde el pasado 20 de diciembre que lanzaría una operación para proteger el comercio en el Mar Rojo de los ataques militares, una decisión que ha impulsado a navieras como Maersk a afirmar que retomarían su operación en este canal. Estas medidas políticas se presentan como una luz de esperanza en medio de la incertidumbre que rodea actualmente al comercio marítimo global.