La utilización del polietilenglicol es muy común dentro de la industria de la cosmética. Una de las principales razones por las cuales se utiliza en la industria cosmética y farmacéutica es porque posee un muy bajo nivel de toxicidad. Es soluble en agua y en numerosos disolventes orgánicos como alcoholes, glicoles, glicol éteres, cetonas e hidrocarburos aromáticos.

Dentro de todos los usos con los que cuenta en la cosmética, podemos destacar algunos puntos.

Funciona como emulsionante porque logra estabilizar la mezcla de dos compuestos que no podrían combinarse entre sí mismos. En las cremas, por ejemplo, se mantiene estable un compuesto de agua y otro graso.

Como nombramos anteriormente, son solubles en agua y en diferentes líquidos orgánicos, por eso, cuanto mayor es su peso molecular, más se disuelven en agua; es por eso que son fáciles de retirar de la piel, utilizando limpiadores no agresivos o directamente con agua. 

Es importante saber que el polietilenglicol funciona como absorbente de algunos productos cosméticos, y a su vez, forma una película de protección en la piel que cubre arrugas o poros temporalmente, para mejorar el aspecto de la piel.

El polietilenglicol se considera biodegradable, biocompatible y no tóxico en comparación con otros disolventes. De hecho, se utiliza también con fines médicos, ya que como otras siliconas se consideran inertes, y en ellos, si no se mezclan con otros componentes, no pueden proliferar microorganismos peligrosos.

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