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Después de unos años complicados luego de la pandemia causada por el COVID-19, el mundo aún sigue en un proceso de recuperación económica. Y es que no se trata solo de la pandemia y todos los cambios que trajo, sino que posteriormente nos hemos enfrentado a otros eventos que han marcado cambios en los precios de las materias primas para este 2023.
Eventos como el Año Nuevo Chino, que en este año aumentó considerablemente los días libres, significó una pausa en la compra y distribución de la mayoría de materias primas, con la excepción del gas natural. Además, mientras China empieza a reabrir y retomar sus operaciones, Estados Unidos va camino a una recesión económica inevitable significando que las dos economías más grandes del mundo vayan por diferentes caminos, creando un panorama confuso para los precios de las materias primas.
Sin embargo, a esta lista se suman otros factores importantes.
¿Qué significa esto en el mundo de la logística y las empresas? ¡En Chem Fluid te explicamos!
Recapitulando un poco los hechos de los últimos años, la mayoría de los precios de las materias primas comenzaron a subir en la segunda mitad del 2021 debido a la alta y acumulada demanda derivada de la pandemia.
Para el segundo trimestre, los precios comenzaron a caer impulsados por una serie de factores, entre ellos:
La Unidad de Inteligencia Económica (EIU – por sus siglas en inglés), indicó que se espera que los precios de ciertas materias primas disminuirán durante el 2023 ante la desaceleración de la demanda en el mercado mundial y ante ellos también se pronostica una limitación en la producción u oferta. Para otro tipo de materias primas, en cambio, existe un riesgo de incrementos que se ven afectados por China, el cambio climático y el conflicto entre Ucrania y Rusia.
Dentro de los principales cambios en materias primas podemos mencionar:
Las interrupciones en la cadena de suministros global que se viene arrastrando desde la pandemia sumado al aumento de producción en los productos básicos agrícolas, hacen que se prevea una caída de más del 8% en el índice de producción de alimentos y bebidas en el 2023.
Sin embargo, estos precios están directamente relacionados con cómo se siga desenvolviendo el conflicto en Ucrania y los acuerdos que logre para exportar trigo. Este conflicto también tiene un impacto indirecto en otros productos agrícolas debido a los altos costos de los fertilizantes, que además de todo ahora mismo están en momento de escasez.
Se estima que el petróleo estará alrededor de $80-85 dólares por barril debido a la caída de la producción por más de 3 millones de barriles diarios desde su pico a finales del 2022.
De igual forma, tampoco se espera una disminución significativa en el precio del gas ya que el suministro del gas ruso a la Unión Europea seguirá cortado evitando la posibilidad de reducir los costos en el mercado global debido a la oferta limitada y alta demanda.
El hecho de que China haya adoptado una política de cero COVID y esté retornando de manera rápida a sus operaciones normales pasa a ser un riesgo a la baja para la demanda pero un riesgo de alza en los precios de las materias primas a nivel mundial.
Por ejemplo, en el caso de los metales básicos y el acero, es algo que podría ser positivo ya que actualmente China limita la actividad de la construcción y podrían presentarse estímulos fiscales. Por otro lado, se había establecido que la perspectiva económica de China pesaría sobre el consumo de algodón, como su principal beneficiario. Una relajación de la política de cero covid de China conducirá a la apertura de sus puertos y redes logísticas, lo que impulsará el consumo y la producción textil.
Otro de los grandes beneficiados fue el carbón, ya que la mayor parte de producción industrial de China funciona con este material y, además, Europa tuvo que volver a hacer uso del carbón como medida ante la subida abismal de los precios del gas.
En este punto hay que mantener atención especial, ya que si bien China está en vías de retomar sus operaciones, el preocupante aumento de casos de COVID que ha retrasado algunos planes.
El clima desempeñó un papel importante en las materias primas en 2022 y probablemente lo vuelva a hacer en 2023. Las olas de calor afectaron la producción de trigo en el hemisferio norte y el aumento del clima extremo será perjudicial para la producción de cultivos en la primera mitad de 2023.
El trigo, que se vio muy afectado por las interrupciones del suministro relacionadas con la guerra en 2022, enfrenta importantes riesgos climáticos. Por un lado, el clima que se ha dado en América está causando daños en las principales provincias productoras. Sin embargo, tanto Rusia como Australia están en camino a un segundo año consecutivo de excelentes cosechas, lo que alivia algunas preocupaciones sobre la producción.
De igual manera, el clima también tendrá una gran importancia en los mercados energéticos. La ola de calor de Europa elevó la demanda el verano pasado, lo que provocó que los precios del gas y la electricidad aumenten mucho repentinamente. La gravedad de la crisis energética actual de Europa también depende en gran medida de cómo baje la temperatura durante el invierno, no solo en 2023 sino también en 2024. Las temperaturas por debajo de lo normal no solo aumentarán el espectro del racionamiento de energía, sino que también ejercerán una presión al alza sobre los precios durante el verano a medida que Europa se esfuerza por reponer las reservas, esta vez sin ningún suministro ruso.
El transporte marítimo así como capacidad de almacenamiento verían consecuencias de los anteriores factores generando cambios en los fletes de transporte, nivel de inventarios y demanda de commodities a nivel mundial. Así, a mayor demanda de materias primas habrá menos espacio disponible en las rutas interoceánicas generando alza en los precios de los fletes. Por el contrario, si se desacelera la economía habrá menos demanda en la energía y sus derivados petroquímicos.
A pesar de que existen tendencias con respecto a las materias primas en 2023, siempre hay que tener presente que las cosas pueden cambiar y que los algoritmos no siempre son 100% acertados. Hoy en día muchos factores pueden cambiar las tendencias de las materias primas, desde los aspectos geopolíticos, indudablemente el clima y las políticas que los países adopten para hacer frente a determinadas situaciones, lo cual puede incidir en el contexto económico mundial.
Las empresas somos responsables de estar anuentes de las noticias, análisis, tendencias e investigaciones para poder tomar decisiones que sean para el beneficio nuestro y de nuestros clientes y por supuesto, siempre estar preparados ante los cambios inesperados que puedan suceder.